domingo, 19 de septiembre de 2010

Colombia encuentra documentos que vinculan a Rafael Correa con las FARC

Colombia encuentra documentos que vinculan a Rafael Correa con las FARC
La relación entre Ecuador y Colombia se deteriora por momentos. El Gobierno de Colombia ha encontrado dos documentos que vinculan al Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, con los terroristas de las FARC, desmembrada tras la muerte del terrorista Raúl Reyes en una operación impulsada por el Gobierno colombiano. También han encontrado menciones permanentes al presidente Hugo Chávez.

L D (Agencias) El director de la Policía Nacional colombiana, Óscar Naranjo, mostró el informe preliminar tras procesar abundante material documental de los ordenadores hallados en poder del terrorista Raúl Reyes y que refleja que "Ecuador estaba interesado en oficializar las relaciones con las FARC", en las conversaciones mantenidas por Reyes y el ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea.

La Policía encontró un documento fechado el 28 de febrero de este año donde Raúl Reyes reitera a los miembros del secretariado la necesidad de avanzar en la respuesta a este contacto, el emisario de Correa, el ministro Larrea. "Por esta razón estimamos que los interrogantes derivados de este documento necesitan respuestas concretas que despejen ante Colombia y el mundo cuál es el estado de la relación del Gobierno ecuatoriano con un grupo terrorista como las FARC y por qué razón se produjeron entrevistas y contactos personales con Raúl Reyes en territorio colombiano o ecuatoriano", explicó Naranjo.

"Relaciones que, en nuestra opinión, afectan a la seguridad nacional colombiana y dejan en entredicho la conducta del Gobierno ecuatoriano", añadió el general Naranjo, quien reiteró que Larrea y Reyes habrían mantenido contactos directos para un acercamiento más estrecho entre las FARC y el Gobierno de Ecuador, ya que otro documento describe acuerdos, propuestas y entendimientos de esas reuniones, "así que concluimos que Reyes desarrolló una agenda con Ecuador", recalcó Naranjo.

En el análisis preliminar también encontraron menciones al Gobierno venezolano y menciones permanentes al presidente Chávez. Concretamente en un párrafo de un documento fechado el 18 de enero en el que se describe la importancia de "dar fuerza al audaz reconocimiento de beligerancia de Chávez hacia las FARC y al ELN, que tanta fobia y desconcierto causó en Uribe".

España, Cuba y la esclavitud

España, Cuba y la esclavitud
POR ALBERTO SOTILLO
Las autoridades españolas siempre han tenido una rara afición a la esclavitud en Cuba. Incluso han llegado a creer que serviría para impedir que la isla se desgajase de la familia. Cuando el empeño abolicionista británico y la revolución francesa de 1848 animaron al Gobierno a plantear una paulatina eliminación de la esclavitud, los hacendados cubanos amenazaron con anexar la isla a EE.UU. Desde entonces se ha eternizado una muy poco santa alianza entre la oligarquía cubana y la burguesía liberal española, a la que le repugna la esclavitud, pero cree que su mantenimiento es el precio a pagar por la preservación de nuestros intereses e influencia.
En teoría, la ley de abolición fue aprobada en 1880. Pero sólo en teoría. En la práctica, a día de hoy, en pleno siglo XXI, los nuevos hacendados de la isla, con todas sus ínfulas revolucionarias, viven gracias a la política colonialista española, que sigue convencida de que la preservación de nuestros intereses pasa por la protección de la oligarquía cubana y la explotación de la mano de obra de la isla en condiciones de premodernidad (por decirlo suavemente). Antes se justificaba por el monopolio del azúcar, hoy por el monopolio del turismo. La isla hace decenios que está en bancarrota, pero el régimen vive de las divisas que le dejan los empresarios españoles y su turismo de sol, playa y mulatas, incluidas adolescentes a precio de ganga.
España hará muy bien en oponerse a la ley Helms-Burton, que sólo quiere sustituir al empresario español por el norteamericano. Pero debería considerar que su actual política colonialista, su histórica afición al esclavismo y sus turistas en busca de gangas sexuales no son una bonita presentación para el futuro que se avecina. La alianza de la hispanidad con el interés del hacendado local nunca fue un buen negocio. Llega la hora del cambio. Y tal vez no deberíamos olvidar que una transición nunca la hace el viejo régimen en soledad. Necesita también la participación de la sociedad, incluidos esos disidentes que piden que el régimen acepte que el cambio es ineluctable y a quienes nuestra Embajada les niega hasta un pincho de tortilla en el día de la Hispanidad.