El horror de la dictadura en Cuba
Parece que al presidente Correa le pusieron una venda en los ojos cuando llegó a Cuba. Vio la realidad a través de sus prejuicios ideológicos.
No percibió las inmensas necesidades que padece el pueblo cubano después de 50 años de la más larga dictadura que ha padecido América Latina.
¿Por qué cree el presidente Correa que un adulto responsable se decide a escapar de Cuba en una balsa con su familia, aunque sabe que las posibilidades de morir son enormes?
¿Sabe cuántos millares de cubanos han perecido al tratar de escapar de ese "paraíso"? ¿Sabe cuántas miles de personas han sido fusiladas o han pasado por las cárceles?
Señor Presidente, ¡por favor, no trate de engañar a su gente distorsionando la verdad de lo que sucede en Cuba! Yo soy cubana.
Salí de la isla hace 48 años y viví en carne propia la crueldad de ese gobierno.
Mi madre, totalmente inocente, fue presa política durante diez años por ser demócrata y defender la libertad;
y en la cárcel, en condiciones terribles, sufrió toda clase de vejámenes y maltratos.
Estuve 16 años sin verla. ¡A mí, señor Presidente, no puede hacerme cuentos! No trate de imitar al ASESINO de Fidel Castro que a tantos cubanos fusiló en el paredón.
Los ecuatorianos quieren vivir en libertad. En Cuba no se respetan los derechos humanos ni civiles.
Debió pedir que lo llevaran a entrevistarse con los disidentes; debió visitar las cárceles donde todavía hoy, existen más de 200 presos políticos;
debió pasear de noche por las calles de La Habana para comprobar el triste espectáculo de la prostitución infantil.
Tal vez entonces hubiera entendido el horror de lo que es una dictadura comunista.
Mariaca Valdés Peña Guayaquil
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