Artículo publicado por Emilio Palacio en El Universo
este domingo pasado, Ago17/08.
La mejor propaganda electoral que yo escuché fue “pan, techo y empleo”. León Febres-Cordero no necesitó 444 artículos constitucionales sino 4 palabras para resumir demagógicamente las aspiraciones más urgentes del pueblo. Cuatro años después el pueblo sacó la conclusión de que las promesas electorales no sirven de nada si no existe un Estado dispuesto a hacer honor a su palabra.
Una Constitución también puede ofrecerte el oro y el moro, el Buen Vivir, el derecho al agua y la felicidad suprema. Pero esas promesas se convertirán en papel, amarilleado por el tiempo, sin un poder político que demuestre su voluntad de hacerlas realidad.
Rafael Correa lleva casi dos años en el poder. Ha gobernado casi tanto tiempo o más que Lucio Gutiérrez, Abdalá Bucaram y Jamil Mahuad. A diferencia de esos mandatarios, sus arcas están repletas de dinero por el precio del petróleo. Pero ponte la mano en el pecho y contéstame: ¿Acaso tu vida mejoró? ¿Acaso tu hijo que acaba de graduarse ya encontró un empleo decente? ¿Acaso tu vivienda ahora es más cómoda? Pero qué digo, ¿acaso conseguiste vivienda por fin? Lo único que obtuviste es una nueva promesa, así que desde hace dos semanas no duermes para hacer cola frente del Banco de
El Gobierno dijo, al inicio, que la inflación era culpa de los especuladores. Pasaron meses y meses y ningún especulador fue a
Rafael Correa dijo que la economía andaba mal por culpa de los banqueros y les declaró la guerra. ¿Consiguió algo? ¿Has ido últimamente a pedir un crédito? ¿Has encontrado más facilidades para emprender tu pequeño negocio?
Alianza PAIS dijo que iba a hacer una Revolución Educativa. Repararon algunas escuelas, pero aparte de tapar unas goteras, ¿acaso tus hijos hoy se educan mejor? ¿Acaso aprendieron por fin un segundo idioma? ¿Acaso saben suficiente computación? ¿Acaso sus maestros ya pueden comprar libros y superarse, o siguen apenas defendiendo su dignidad en una profesión miserable?
El Presidente de la República prometió que acabaría con
El régimen ofreció acabar con la delincuencia, pero en estos días en Guayaquil enfrentamos una ola de ataques contra las niñas y adolescentes en varios colegios fiscales. ¿Acaso hay policías instalados en los alrededores para defenderlas? No. En lugar de desarmar a los delincuentes, están desarmando a los guardias privados.
Ahora, este mismo Gobierno te pide el voto para una nueva Constitución que dice 444 veces: “Pan, techo y empleo”. ¿Le volverás a creer?
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